La prevención del cáncer de mama está en gran parte en tus propias manos.
El auto examen mensual, las visitas rutinarias al médico e informarte constantemente, son tus mejores armas contra él. Sin embargo, puede que en ocasiones tengas dudas acerca de supuestos “hechos” que pueden no resultar del todo ciertos, o al contrario: tal vez creas que conoces toda la verdad sobre el cáncer de mama, los quistes en los senos, y que estés equivocada. Aquí te hablamos de una serie de mitos y verdades, para que tengas la información clara.
Silvia estaba viendo la televisión un día y accidentalmente se tocó el seno. Sintió una “bolita” y de inmediato se alarmó pues pensó que era un cáncer del seno. Se calcula que aproximadamente a cuatro de cada 10 mujeres les sucederá, a lo largo de su vida, que encontrarán un quiste en uno de sus senos. Así que si tienes uno o varios quistes, presta atención. Tal vez estés subestimando o sobreestimando tu hallazgo. Aquí te cuento más sobre los mitos y verdades sobre los quistes o bultos en los senos. Toma nota:
- “Encontré un quiste en mi seno, tengo cáncer”: Antes de asumir esto, cálmate. La mayoría de los quistes que te descubres probablemente no sean cáncer. Algunos son quistes benignos o son el reflejo de una condición común conocida como fibroadenoma o cambios fribrocísticos. Sin embargo, algunos quistes sí pueden ser pre-cancerosos o malignos. Por eso, SIEMPRE que te encuentres uno, es importante que consultes a tu médico de inmediato para establecer el diagnóstico y determinar el tratamiento correspondiente, si es necesario hacer algo.
- “En mi familia nadie ha sufrido de cáncer de mama, entonces no debo preocuparme”. ¡Falso! Si bien la historia familiar de cáncer del seno es un factor de riesgo, no quiere decir que estés libre de todo riesgo si ninguna mujer de tu familia lo ha desarrollado. Como todas las mujeres del mundo, debes seguir tu rutina de auto examen y mamografías recomendadas de acuerdo a tu edad.
- “Un quiste o tumor canceroso se siente diferente al tacto que uno benigno”. Existe la idea de que un tumor canceroso en los senos es duro al tacto y no se mueve. Esto puede llevar a confusiones, porque los quistes cancerosos también pueden ser suaves y moverse. Así que no te confíes.
- “El cáncer de mama siempre se identifica al tocar un quiste”. La verdad es que no es así. En la mayoría de los casos, el cáncer de mama se identifica en la mamografía, antes de que se pueda tocar un quiste. De ahí la importancia de este examen.
- “Soy muy joven para preocuparme por el cáncer del seno”. ¡No te confíes! Si bien el riesgo del cáncer de mama aumenta luego de la menopausia, un 25% de las mujeres diagnosticadas tienen menos de 50 años. El cáncer de mama puede afectar a las mujeres a cualquier edad.
- “Si me diagnostican con cáncer del seno, significa que me voy a morir”. La verdad es que afortunadamente, si el cáncer del seno es detectado a tiempo, es altamente tratable. En el 98% de los casos que se detectan a tiempo sobreviven entre 5 y 10 años.
No creas en los mitos sin antes consultar con tu médico. Tú tienes el poder de la detección temprana del cáncer del seno en tus manos si conoces tu cuerpo y te practicas el examen mensual regularmente, si visitas a tu médico para un examen anual y sigues las recomendaciones de la Sociedad Americana Contra el Cáncer en cuanto a la prevención y la detección temprana.
Aunque hay mucho por aprender, hay mucho que podemos hacer hoy en día para la detección temprana y el tratamiento.
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