Muchas mujeres comienzan una relación amorosa eligiendo ser la energía masculina en la relación, sin ni siquiera saberlo, cuando lo que realmente quieren ser es la energía femenina aquella que es respetada por sus sentimientos.
Hoy estudiaremos juntos un caso muy común de cómo ciertas mujeres quieren pasar de perseguidoras a perseguidas y al no conseguirlo, terminan sus relaciones tristes, confundidas y frustradas.
Marcela es una joven, profesional y de éxito, se considera una mujer moderna, cree en la igualdad de una relación romántica.
Piensa que en una relación de pareja ambos tienen la libertad de llamarse, planificar citas, de buscar consejo en el campo laboral y financiero de ambos lados y cree que también tiene derecho a compartir con su pareja los sentimientos de dolor.
Cree que los hombres pueden demostrar su sensibilidad y aún ser respetables y que las mujeres pueden tener éxito y ser inteligentes y al mismo tiempo ser deseables y dignas de ser amadas.
Marcela participa en una fiesta organizada por su compañía, donde de repente se siente atraída por un atractivo hombre, segura de si misma y de sus ideas de cómo debe ser una relación de pareja, se acerca a él, entabla una amistad con el sensual hombre llamado Diego, le pide el teléfono, al día siguiente ella lo llama, ambos planifican tres citas y luego Marcela decide tener relaciones sexuales, Marcela cree que al darle su cuerpo a Diego, ella lo haría enamorarse y después formalizaría un compromiso.
Marcela se convierte en la que daba consejos, regalos, sacrificaba su tiempo, a favor de la relación. Diego piensa que ha encontrado oro, ella es una mujer hermosa, independiente financieramente, sensual, no exigente y autosuficiente.
Una mujer independiente y exitosa que al mismo tiempo puede cuidar su trabajo durante el día y después de la oficina proporcionarle a su pareja amor y una relación acogedora.
Luego de 4 meses ella comienza hacerle requerimientos a él, para que el comience a dar lo mismo que ella daba, o por lo menos algo parecido, pero él no comprende porque ella quiere cambiar su rol, confundido en la primera pelea fuerte de ambos, él la deja y sale en busca de que otra mujer de oro lo encuentre. Marcela no sabe que salió mal en la relación, se siente triste, frustrada y confundida.
Desafortunadamente son tantas las mujeres como Marcela que eligen primero ser las perseguidoras y luego quieren ser perseguidas y existen muchos hombres como Diego que respetan la independencia de las mujeres y están además entrenados para aceptar sin ninguna culpa todo lo que esas hermosas y exitosas mujeres quieren darles, porque saben que ellos son queridos por mujeres independientes que hacen todo el trabajo.
En el momento en que Marcela se convirtió en la que daba en la relación sin pedir nada a cambio Diego no tenía ninguna razón para cuidar sus sentimientos o recompensarla con amor y compromiso.
Es por esto que son muchas las mujeres que deben aprende la manera correcta de relacionarse con el sexo opuesto, haciendo elecciones del rol que quieren jugar dentro de la relación, quieren ser el que persigue o el perseguido, la que da o la que recibe.
En el momento que Marcela eligió sin saberlo ser la energía masculina dentro de una relación cuando lo que ella realmente quería ser la energía femenina que recibe, luego que su relación terminó se sintió, usada, frustrada y confundida.
Es por eso la importancia de conocer cuál es el rol que usted quiere jugar dentro de la relación para que la comience desde el principio con paso firme y seguro, antes de involucrarse demasiado en una relación que no tiene futuro.
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