jueves, 23 de diciembre de 2010

Lo que debes saber sobre el herpes genital


El herpes genital es una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) bastante común.
 Tan solo en los Estados Unidos, una de cada 6 personas entre los 14 y los 49 años de edad padece la infección del herpes genital. Si quieres saber más de qué se trata esta ETS y quieres aprender cómo puedes prevenirla, no dejes de leer. En Vida y Salud queremos que tengas una vida sexual sana.
El herpes genital es una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) muy contagiosa que afecta a los hombres y las mujeres, pero se cree que es más común en las mujeres.  Se transmite cuando la piel está en contacto muy cercano con piel infectada, algo que ocurre durante las relaciones sexuales. Es una enfermedad que tiende a causar mucha tensión emocional, pero no quiere decir que tenerla te impida tener relaciones sexuales y afectivas. Sólo tendrás que ser más precavido(a) a la hora de tener relaciones sexuales.
El herpes genital se asocia con las lesiones y las ampollas que causa en los genitales, los labios y el ano. Estas lesiones o ampollas aparecen en el área por donde el virus entró a tu cuerpo. El herpes genital puede transmitirse a través del contacto con estas lesiones, pero se puede contagiar también incluso cuando no se ven lesiones.
Existen dos tipos de virus del herpes:
Herpes tipo 1 (HSV-1): por lo general causa lesiones y ampollas en la boca y en los labios (a veces llamados fuegos) y se le conoce como herpes oral. Si bien puede causar herpes genital, en la mayoría de los casos no es así.
Herpes tipo 2 (HSV-2): Es el virus del herpes genital y la persona que lo contrae desarrolla lesiones y ampollas en el área genital, el recto o en sus alrededores, pero siempre debajo de la línea de la cintura. Este virus es el responsable del 90% de los casos del herpes genital.
¿Cómo se contagia el herpes?
Durante la relación sexual, el virus del herpes puede entrar en tu organismo a través de alguna cortada en tu piel mientras tienes relaciones vaginales, anales u orales. El virus puede entrar a través de las membranas de la vagina, el pene, el tracto urinario, el ano o el cuello del útero (o sea el cervix).
Una vez que el virus ingresa en tu cuerpo, lo que hace es atacar a las células que están sanas. El sistema inmunológico se activa y desarrolla las lesiones, ampollas e inflamación (hinchazón) como defensa contra el virus del herpes.
El herpes genital no solamente afecta a los genitales. Si por ejemplo, tu compañero(a) sexual tiene un fuego o una lesión en la boca y están practicando sexo oral, el virus puede transmitirse a tus genitales, y viceversa. También es común infectarse por el sólo hecho de tocar una ampolla y luego pasar tu mano o rascarte alguna otra parte del cuerpo, como por ejemplo, tus ojos (por eso hay que tener precaución).
Muchas personas se preguntan si el herpes puede contagiarse en los baños públicos u otros lugares públicos (jacuzzis, piscinas). La respuesta es no. El virus del herpes muere fuera del organismo humano luego de unas horas, así que la probabilidad es muy baja o nula de que alguien se contagie en un lugar público.  O por lo menos, hasta ahora no hay pruebas científicas de esto.  Sin embargo, si puede transmitirse mediante el uso compartido de cepillos de dientes, o a través de los besos en áreas afectadas.
Recuerda que el virus se puede contagiar aunque no haya ampollas presentes.
Una vez que el virus entra en el cuerpo puede provocar síntomas. Sin embargo, en algunas ocasiones, el herpes genital no da síntomas, o estos son muy leves, por cual, muchas personas no se enteran de que padecen de esta ETS.  Por lo general puede que sólo tengan un brote (el primero, es por lo general el más agudo y doloroso) y no vuelvan a tener ningún otro el resto de su vida, o vuelvan a tener varios, años después.  El virus permanecerá para siempre latente en el cuerpo hasta que algún factor como el estrés, baja de defensas, si contraen el VIH o la menstruación en las mujeres, pueda desencadenar otro brote.
Los síntomas del herpes genital, cuando están presentes, son los siguientes:
Dolor, ardor y/o picazón en el área entre 2 y 10 días después de haber estado expuesto al virus a través del sexo.
Ampollas, úlceras o granitos/bultos rojos en el área genital o cerca del área genital (nalgas, parte interna del muslo). En las mujeres aparecen en la vulva, la vagina, el ano, las nalgas o la cerviz (cuello del útero). En los hombres: en el pene, el escroto, las nalgas, el ano, los muslos o dentro de la uretra.
Cuando ocurre el primer brote puede que sientas síntomas parecidos a los de la gripe: dolor de cabeza, fiebre, dolor de cuerpo, ganglios inflamados en la ingle.
¿Cómo se previene el contagio del herpes genital?
En un mundo ideal, la mejor forma de prevenir la transmisión del herpes genital y otras ETS, es por supuesto, abstenerse de tener relaciones sexuales (a menos de que sea en una relación monógama con una pareja que no está infectada y que está contigo exclusivamente).
De no ser así, la mejor forma de prevenir el contagio del herpes es usando de manera correcta y consistente el preservativo o condón. Esto, sin embargo, no garantiza que se previene al 100% puesto que puede haber áreas con llagas que no están cubiertas por el preservativo (y recuerda que puede haber contagio incluso cuando no hay lesiones) . Definitivamente se recomienda abstenerse de tener relaciones sexuales durante un brote para evitar el contacto directo con la lesión abierta.
Otra forma de prevenir el contagio del herpes genital es evitando tener demasiadas parejas sexuales. También, existe un examen de sangre que se pueden hacer tú y tu pareja para saber si están infectados por el virus del herpes y si es así, para poder tomar las precauciones necesarias. Más adelante te hablo de una terapia de supresión si acaso alguno de los está infectado que le pueden preguntar al médico.
Si tú tienes herpes genital y no has tenido síntomas, igual debes informar a tu pareja de tu condición. Así pueden tomar las medidas necesarias: sexo seguro con preservativo.
¿Existe un tratamiento para el herpes genital?
El herpes genital no tiene cura. Es un virus que siempre estará en tu cuerpo aunque no manifieste síntomas externos. Sin embargo, existen medicamentos antivirales que ayudan a prevenir la aparición y también ayudan reducir la duración de los brotes. En Estados Unidos, estos medicamentos son: acyclovir (Zovirax), famciclovir (Famvir) y valacyclovir (Valtrex). Tu médico te los puede recetar para reducir el número y la intensidad de los brotes, para ayudar a que las lesiones sanen más rápido y minimizar las posibilidades de transmisión a otras personas.
Puede ser que tu médico te indique tomar medicamentos durante el brote o que te recomiende tomarlos a una dosis más baja, aunque no tengas síntomas, debido a que te aparezcan varios brotes al año o para disminuir el riesgo de contagiar a tu pareja. A esto se le llama terapia de supresión.
Las mujeres embarazadas y las personas infectadas con el VIH, deben tomar más precauciones en relación al herpes genital. Habla con tu médico si sospechas que tienes esta ETS. El iniciar el tratamiento cuanto antes evitará que contagies a otras personas y que puedas tomar las medidas necesarias para que, dentro de lo posible, lleves una vida sexual más sana.
Eso sí, no te olvides que la prevención es la clave para evitar contagiarte con el herpes genital.

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