martes, 22 de septiembre de 2009

QUEMA GRASAS A TRAVÉS DE UN CORRECTO PATRÓN ALIMENTARIO


Eres varón ¿qué es eso que tienes en tu vientre y alrededor de tu cintura? ... ¿Eres mujer? Pues entonces, ¿Qué es eso que tienes en los glúteos, en el mentón, en las piernas, las caderas y los brazos y que te hace ver tan mal? ¡Es grasa!
Si uno permanece inactivo, lleva una vida un tanto sedentaria y además sigue patrones de alimentación equivocados, la ecuación es simple: la grasa ingresa al organismo y, como no hay demanda de energía, no se va, LA GRASA SE ACUMULA.
Entonces, sin quererlo, ya te hemos dado aquí la clave para estar bien, sentirte bien y verte bien. Debes evitar el consumo de grasa de más y quemar las grasas que ya has acumulado. El proceso llamado lipólisis es lo que conocemos vulgarmente como “quemar grasas”, y un aumento de la actividad física, dado que demanda energía extra, facilita la oxidación de los depósitos de grasa del cuerpo. Y otra forma de lograrlo es el ayuno, pero no es para nada sano ni recomendable.
Sin embargo, aquí describiremos una tercera, y por cierto interesante, manera de “quemar grasas” orientada a dar una nueva dirección a tu forma de alimentarte con el fin de mejorar o recuperar la salud y eliminar las grasas en los depósitos de reserva de tu cuerpo.
En primer lugar, ya sabes que un patrón alimentario correcto debe incluir comidas variadas y, entonces, no es necesario ni constituye una buena idea eliminar los carbohidratos de tus comidas. Pero este nuevo programa alimentario que estás adoptando te recomienda consumirlos con inteligencia. Así, no los ingieras en la cena para evitar que se almacenen en forma de grasas. Lo mejor para la cena son los alimentos ricos en fibras, los que junto con el consumo de agua en abundancia contribuyen a BARRER con las grasas de tu organismo.
En segundo término, recuerda que cuanto menos comas y más espaciadas sean tus comidas, más grasas “deseará” acumular tu cuerpo, pues tu metabolismo deducirá que ha arribado a una época de escasez. Para evitarlo, realiza 5 ó 6 comidas livianas diarias: desayuno, media mañana, almuerzo, media tarde y cena. Y hasta alguna infusión sin azúcar o un alimento con fibras antes de ir a dormir, si te acuestas muy tarde. Pero trata de comer lo menos posible luego del anochecer, pues el metabolismo se vuelve más lento y acumularás más grasas.
Cabe destacar que si bien esto no contribuye directamente a quemar las grasas, por lo menos evitará que tu cuerpo siga acumulando reservas.
Además, no te obsesiones con el conteo de calorías. Si comes con sabiduría, reduces un poco las porciones y aumentas la actividad física ANTES DEL DESAYUNO para quemar las reservas grasas nunca necesitarás consumir menos de 1500 calorías al día. ¡Y mucho menos hacerlo sin consultar al médico!
Por último, incorpora nuevas cosas a tu patrón alimentario saludable: comidas con proteínas, ricas en aminoácidos y que estimulen tu metabolismo a trabajar। Si sigues con atención estos consejos simples pero eficientes pronto observarás cómo puedes ganarle a la obesidad y recobrar la salud y la figura.

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